El gobierno de Colombia, muy probablemente con información de inteligencia que vino de mucho mas al norte, bombardeó un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. Como si fuera poco, mandó unos helicópteros a buscar los despojos y los exhibió a la luz pública. La verdad que en materia de astucia no han enseñado nada los hermanos colombianos. Debían observar como hacen este tipo de cosas israelíes, chinos o estadounidenses.
Por supuesto, la alharaca, el desgarre de vestiduras y los políticos envueltos en la bandera nacional no se hicieron esperar, aderezado todo esto con Chávez metiendo la cuchareta a lo guapo de barrio, “conmigo si que no va eso, pa´que sepan…”, e inmediatamente, con todo el histrionismo de dictadorzuelo tercermundista, en medio de uno de sus programas televisivos a-lo mesa-redonda (no la de Arturo sino la de Fidel), mandó 10 batallones a custodiar la frontera con Colombia. Y como si fuera poco, los gringos declaran su apoyo incondicional a los colombianos.
Y así, por toda nuestra Latinoamérica y en algunos lugares fuera de ella, anda la gente haciendo declaraciones, que si la soberanía, que si el respeto, que pobrecitos los ecuatorianos, tan chiquitos y con tanto calor y todo eso.
Sin embargo, en medio de todo este rollo, por razones que no comprendo, ya nadie se preguntó que hacía un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, cuantos más ha habido, por qué el gobierno ecuatoriano consiente que esto suceda… y cuantos de estos campamentos habrá en territorio venezolano.